lunes, 30 de noviembre de 2009

Mi peor enemiga

Hoy tengo una mancha en el horizonte que me empaña el ojo derecho, polvo que se levanta del suelo para terminar cubriéndome los pies como si hubiese estado caminando por mucho tiempo y un par de espinas clavadas en el corazón.

Hoy me siento algo perdida como si anduviera en círculos y volviera al mismo lugar una y otra vez.

Vacilante.

Hoy siento una cabeza de serpiente que me va mordiendo las entrañas con sus colmillos calientes escupiendo los restros para volver a engullirlos.

Hoy me llegan oleadas de nostalgia que me humedecen las mejillas y se hacen escarcha con el viento.

Lo que siento no es tristeza ni me provoca culpar a alguien, simplemente las heridas nacieron de aquí dentro y sangraron por fuera manchandome la piel.

A veces me delata.

Yo siempre he provocado a la serpiente que a veces se vuelve en mi contra y mis acciones me tumban a la lona de un derechazo.

Lo más curioso es que me doy perfectamente cuenta de como soy, sé cuando piso hielo demasiado delgado y voy a caer sin remedio y también que después del ataque violento al día siguiente me va a terminar doliendo el cuerpo.

Quien más que yo podría ser mi mayor enemiga.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Piezas sueltas

No hay palabras en este silencio, no salen de estas grietas internas que van zigzagueando en un intento por liberar la presion y sin embargo intentan decir muchas cosas.

Un calor sofocante me va poniendo coloradas las mejillas mientras el frío me cala los huesos.

La zozobra me viene llena de dudas y de incertidumbres, más nunca he visto claridad en mi vida sin embargo me sumerjo en ella para sentir estas espinas que van recorriendo mi piel.