sábado, 27 de marzo de 2010

RA

En medio de este silencio de tantas cosas que no digo puedo escuchar claramente el grito descolorido de mi propio corazón.

Tantos anhelos que se quedaron congelados en gotitas cristalinas colgando de él, tantas emociones que como brasas iban deslizándose hacia arriba poniéndolo a arder y este latir acompasado que iba contando historias y secretos y deseos.

Hoy esta dividido entre sentimientos, herido de decepciones, caliente de pasión, frío de esperas, como un titán a soportado los embates de las olas y se desgasta y renueva con bríos nuevos.

Y se entrega para volver a ser usado y tirado, se mantiene a la expectativa cuando alguien intenta de nuevo a querer conocerlo y sentirlo y tomarlo y dejarlo.

Ha llegado alguien nuevo a querer tocar su puerta y alguien a regresado a querer ganarlo de nuevo y se mantiene a la defensiva entre dos fuegos cruzados intentando no ser atropellado en el intento, alguien no lo olvida, alguien lo ha puesto en una caja llena de cosas inservibles en algun lugar que terminará lleno de polvo.

Se vuelve humo cuando intentan tocarlo.

Se vuelve de agua cuando quieren dañarlo y se va escapando por mis ojos.