martes, 27 de octubre de 2015

Rota

Han pasado ya algunos años desde que me rompí, me caí en un precipicio y me fuí rompiendo en mil pedazos. 

El vacío era frío pero el suelo quemaba como fuego.

Luego de algún tiempo (Aunque podria ser que fue en ese instante) comencé a escalar de nuevo, con mis uñas y mis pies descalzos.

Intenté recuperar mis pedazos esparcidos pero hubo muchos que no pude recuperar aunque creo que tambien fue que ya no los necesitaba, hubo otros que al recuperarlos me hirieron las manos y permanecieron así hasta que quedaron hechos costra en mi piel.

Pero hubo una pieza que encontré y que me hizo volver a sentir pero también me hizo llorar, un día creí que se había evaporado pero luego se materializó de nuevo en otro color como si fuera un espejismo y me pregunté si la había soñado.

Sigo subiendo por este precipicio aunque ya la oscuridad ha quedado atrás y comienzo a ver la luz, de vez en cuando encuentro una de las piezas que eran parte de mí aunque ya no puedo armarla de nuevo.





lunes, 5 de enero de 2015

Sí, es posible que las palabras estén de más, letras insolentes que se escapan y que ya no tengan sentido de escuchar ni de leer. Habrás de perdonarlas, no quisieron importunar.

¿Qué habría que añadirse y que lograrían cambiar cuando en todos estos años el silencio se hizo tan sólido que formó un muro que no hemos querido derribar?

Será que un momento de nostalgia se dejó asomar entre todos esos tragos amargos, esos penares, todo ese orgullo y la verguenza y todos esos sentimientos que ahogaron los buenos recuerdos pero quizá esto realmente ya quedó hecho pedazos que no se puedan volver a unir.

Ya están de más, ya no hay que decir ni que querer entender. Ahora si que mejor nadamas decir que fue un error de dedo.