martes, 30 de octubre de 2012

Al otro lado del abismo

Me quedé al borde mirandote desde el otro lado del abismo en silencio y tú hacias exactamente lo mismo como si fueses mi reflejo, me pregunté si como yo  te preguntabas si alguna vez se me hubiera ocurrido hacer un puente para atravesar ese espacio que nos separaba o si nunca tuve la intención de hacerlo.

En ocasiones te veía mover los labios soltando palabras que no llegaba a escuchar aunque terminaba pensando que lo había imaginado, no sé cuantas veces te grité, expulsé frases desarticuladas pero no estoy segura si mis labios se abrieron, si en realidad dijimos algo o nos ganó el silencio.

Pero me hacías falta.

Finalmente me habitué a tu ausencia y terminé creyendo que eras un espejismo que la niebla reflejaba enfrente, casi puedo asegurar que me preferías así a mí, siendo el espejismo al otro lado del abismo que permanecía en silencio.

Hoy ya no quiero sentir que eres esa parte que me falta aquí dentro, esa esperanza que en realidad nunca se apagó por completo, ese fantasma que nunca quiso materializarse para estar a mi lado y luchar mis batallas, esos ojos que se contentaban solamente con observarme, hoy no volveré a dedicarte una sola letra de mis emociones, de mis sentimientos y de mis fustraciones.

Por fin voy a darme la vuelta y comenzar a alejarme de una vez de este abismo.

viernes, 19 de octubre de 2012

Incierto

   Nos quedamos parados mirando el mundo girar y con él caerse cientos de castillos de arena, unos que hicimos nosotros otros que imaginamos hacer, quizá esperando que el otro evitara con las manos dejar al menos uno en pie. O quizá solo lo soñé.

   Nos volvimos sordos a la voz del otro aun cuando en ocasiones se volvían gritos, lamentos o reproches, aun cuando en ocasiones el silencio decía mucho más que las palabras.

   Nos dimos la espalda, aunque a veces ni siquiera sabíamos donde estábamos, aun cuando el pensamiento todavía nos tenia enganchados y el corazón todavía recordara restos de ese fuego que un día nos consumiera.

   Nos volvimos dos extraños intentando adivinar el paso siguiente del otro como espías, mirándonos de reojo, recelosos, intentando dibujar con la memoria retratos hablados en tonos sepia para no olvidar por completo la cara del otro.

   Ya no somos lo que fuimos y no sé si volveremos a serlo, ni si volveremos a hablarnos como los buenos amigos que un día fuimos, hace tanto tiempo, que a pesar de las mareas siempre teníamos animos para estar ahí presentes en la ausencia.

   No sé si algun dia realmente nos borremos por completo, nos sentaremos a hablar tranquilamente de lo bueno, de lo malo, de lo que nos lastimó en su momento, de lo que nunca dijimos o nos digamos en voz alta esa maldición que nos guardamos para el otro, no sé si en algún momento decidamos dar ese giro de 180 grados o tomar caminos paralelos y contrarios o si en una de esas en un impulso extra damos ese giro de 360 grados y nos volvemos a encontrar.

   No lo sé.