Tengo un demonio interno con tendencias suicidas.
Agazapado entre las sombras salta de repente en el momento adecuado con una extensa selección de métodos infalibles para terminar con todo, persiguiendo a mi fuerza de voluntad que parece hecha de metal quien esquiva todos y cada uno de sus argumentos aunque admirando su interminable creatividad en materia destructiva.
A veces los sorprendo sentados alguna madrugada intercambiando ideas a la luz de la luna, inventando nuevas maneras para reinventarme y destrozando y puliendo los recovecos de mi interior.
Desarmándome en pedazos para armar de nuevo.
3 comentarios:
Aunque llevas meses sin publicar y no sé si lo vuelvas a hacer voy a estar rondando este blog.
Saludos
Te imagino con el demonio pequeñito en un hombro y con el angelito en el otro como en los dibujos animados.
Walo:
Ah, seguramente escribiré de nuevo, aunque a veces se nos presentan pausas en esta vida y hay que hacer silencios obligados.
;P
Nocheoscura:
A cada lado de mí tengo dos demonios, uno menos complicado que el otro nadamás. Saludos.
;)
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