miércoles, 23 de septiembre de 2009

Me convierto

Aprendí a dar sin esperar nada a cambio, recibí sin embargo más de lo que creía y me amaron más de lo que posiblemente merecía, tambien merezco los olvidos aunque dejen un leve sabor amargo en la boca.



Y yo quiero aunque quieran tambien a otras, me vuelvo un pedazo de esos corazones que se niegan a amarme por completo, quizá ese veneno que a veces siento que soy los mataría si se entregan por completo, soy una pequeña dosis letal suministrada para casos de emergencia.



Me vuelvo un beso furtivo y a veces la herida que sangra a cuentagotas algunas madrugadas, un pedazo de tiempo que se vuelve luego nada como si le hubiera pasado por encima un huracán.


Pero también soy perfectamente sustituible, me transformo en un ser desechable que rebota en la soledad, fiel compañera silenciosa y recurrente que me da la mano cuando menos la espero.

1 comentario:

Sergio D. dijo...

Estoy en completo desacuerdo con el ultimo parrafo, y creo que algo se al respecto

sin embargo, creo que cada uno debe formarse las "piezas" que quedan esparcidas por ahi, para saber quienes somos y que queremos... aunque no siempre haya correspondencia en las otras personas

entregar y ser, lo poco o mucho que uno es, con sus fallas y defectos, deberia ser un buen aliciente al final del dia