lunes, 27 de febrero de 2012

Con destinatario

Esta vez estas letras sí tienen destinatario, el mismo que hizo que comenzara a desenredar mi corazón en hilos finos de tinta derramándose por las hojas blancas para formar historias. El único que sabía leer entre lineas para descifrar emociones que yo ni siquiera comprendía.

Que quizá pensaras que yo habia dejado todo tal como estaba y me hubiera marchado, algo hay de cierto pero no, tampoco, es tambien que yo seguía como a la deriva en un oceano inmenso donde si me quedaba quieta simplemente me hundiría.

Y es que aquí muy dentro me habia mordido una serpiente y el veneno me corría por las venas quemándome, haciendo que mis demonios se revolcaran indomables creando mi caos particular haciendo que cada dia fuera una batalla interna que me dejaba desangrada.

Aquí dentro el fuego nunca se extingue y me consume el alma.

Parecía que estuvieramos enmedio de un torbellino que no dejaba de girar y en algun momento me rendí para que de una vez me llevara con él, en ocasiones me siento aun girando.

Y tú sabes que en algun punto entre esa vorágine cuando en vez de hablar simplemente dejaba que las letras me derramaran era tuya, en ese momento cuando dejaba entrever emociones y a veces mostraba esa vulnerabilidad que guardo celosamente... como ese huracán que de repente muestra unos instantes de calma para volver a destrozar todo lo que encuentra a su paso.

Pero la cosa es que no estoy segura si alguna vez fui de alguien, si alguna vez quise ser de alguien, si preferia ser la violencia del huracán y salir volando. Si estos demonios que nunca duermen en realidad quieran ser dominados.


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