miércoles, 19 de agosto de 2009

Soy mis hechos no mis palabras, sobre todo esas que se dicen en el calor de las emociones o en las situaciones dolorosas, cuando punza la ira o cuando los sentimientos se confunden dentro.

Mis palabras me condenan si se dejan llevar y se vuelven dardos venenosos si la pasión me invade.

Prefiero que me juzguen por mis acciones, por lo que mis manos hacen y deshacen aunque también se dejen llevar por los impulsos.

2 comentarios:

Sergio D. dijo...

la mente puede calcular, pero el espiritu anhela, y el corazon sabe lo que sabe

kiss =D

eyrenne dijo...

Oh si.

Y estas emociones siempre haciendo remolinos dentro.

Beso.

;)