Soy mis hechos no mis palabras, sobre todo esas que se dicen en el calor de las emociones o en las situaciones dolorosas, cuando punza la ira o cuando los sentimientos se confunden dentro.
Mis palabras me condenan si se dejan llevar y se vuelven dardos venenosos si la pasión me invade.
Prefiero que me juzguen por mis acciones, por lo que mis manos hacen y deshacen aunque también se dejen llevar por los impulsos.
2 comentarios:
la mente puede calcular, pero el espiritu anhela, y el corazon sabe lo que sabe
kiss =D
Oh si.
Y estas emociones siempre haciendo remolinos dentro.
Beso.
;)
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